Todo ser humano es portador de energías femeninas y masculinas que se expresan como ciertas cualidades de la conciencia. La energía femenina original representa el ser puro, el silencio y la quietud, el vacío, la curación, la pasividad, la relajación, la intuición, la espiritualidad y el misticismo. La energía masculina original representa la conciencia, la racionalidad, la determinación, la independencia y la actividad. Las mujeres tienen una mayor proporción de energía femenina y los hombres una mayor proporción de energía masculina. Para llevar una vida equilibrada, es importante que ambas energías, masculina o femenina, estén armonizadas e integradas en la propia conciencia.

En los últimos siglos, era principalmente la energía masculina la que dominaba en la conciencia colectiva e individual. La energía femenina experimentó una gran supresión. 
Para la curación de la tierra y de las personas en el tiempo presente, es de gran importancia que ambas energías se integren de nuevo y se vivan de forma armoniosa en la conciencia propia y colectiva. En el próximo Satyayuga, tanto la energía femenina como la masculina volverán a estar en equilibrio y se encontrarán a la altura de los ojos. La sabiduría, la armonía y el equilibrio surgen cuando las respectivas energías se ponen en juego en el momento adecuado y de forma armoniosa, es decir, sabiendo en qué situación se necesita qué cualidad de la conciencia para crear armonía.

Stephanie recibió la inspiración de iniciar los Festivales de la Madre Divina en honor a la madre divina y al aspecto femenino de la creación después de un viaje de tres meses. La fecha para 2022 se anunciará a principios de ese año.